4.7.07

Vení a verme mañana, a la hora que aquí te dibujé. Pero ahora guardalo. Después lo mirás. Salimos del café, caminamos una cuadra pero no alcanzamos a cruzar Dieciocho. Con tantas emociones, no me había dado cuenta de que el cielo se había encapotado, de modo que me sorprendí cuando empezó a llover, y siguió cada vez con más fuerza. Corrimos unos metros, pero aquello era un diluvio. Ya no era posible regresar al café, así que nos metimos en una entrada de apartamentos, que estaba más oscura aún que la calle. Como el agua entraba también allí, nos metimos más adentro. No había nadie. Ella me tomó la mano, se la llevó a los labios mojados por la lluvia y me la besó varias veces.La oscuridad de adentro y la inclemencia de afuera nos protegían del mundo, de modo que la abracé, tan tiernamente como puede hacerlo alguien que ha cultivado una ausencia durante años. Nos besamos y nos besamos, nos acariciamos y nos volvimos a acariciar. Me sentía en la gloria y era inevitable que pensara en la jornada siguiente, en la casa de la calle Mercedes. Ya no importaba si seguía lloviendo o si había escampado. Tuvimos otra vez noción de que el mundo existía cuando alguien, con voz seca y conteniendo su indignación, dijo en mi nuca: Con su permiso, jóvenes , para que le permitiéramos llegar al ascensor. Balbuceamos perdón y sólo entonces vimos el sol de la calle. Rita miró su reloj pulsera y casi gritó: Se me hizo tarde. Tengo que llegar . ¿A dónde? pregunté, desconcertado y ansioso. Tengo que llegar , repitió. Mañana nos vemos. No te olvides. Chau. Y me dio un último, fugacísimo beso, antes de salir corriendo por Dieciocho en dirección a la plaza. Regresé a casa caminando. Quería repasar a solas, morosamente, todo el encuentro. De modo que Rita seguía existiendo. ¿Y si yo me fuera a Córdoba? ¿Por qué no? ¿O tendría novio, marido o algo así? ¿Cómo no se lo pregunté? [...]

la borra del café, don marito benedetti.
y yo quiero una Rita.


4 comentarios:

Macarena Sofía dijo...

me gusta que te guste tanto leer.
el otro día te llamé, porque no se. tenía ganas :B no estabai
ajajajajjaja chau camilo, ojalá nos encontremos por este santiago feo y cochino.

Macarena Sofía dijo...

mmmm mis padres creen que tienen una hija drogadicta u.u lo demás está bien, mi vida no es muy extrema como imagino la tuya, pero bueno, debo decir que soy feliz, ajjajajaja saludos camilo, ojalá todo vaya bien. a mi no me gusta mucho la lluvia, no me deja salir. porque no tengo paragua.

María Paz dijo...

Entre Ritas y Lucías... estos escritores vienen a instaurar prototipos alternativos...

Me acordé de otra, la Talita


No quiero perro, gracias, ya tengo uno. Regalo un ratón condicionado, lo quieres?

Saludos Camilón



a la niña de arriba hay que decirle que la lñuvia sin paragua es de lo más mejol.

Anónimo dijo...

Camilito!! que manera de tener cosas admirables en tu blog.
Hace tiempo, bastante a mi parecer que no pasaba por aquí.
Supe que estas trabajando y esperemos que tengas un día libre para que nos reunamos toditos a tomar pap ya?
que en la U hayas obtenido buenos resultado. ^^

Duerme tranquilito, no como aquella noche en que la porotito verde bailaba con la música fuerte en un dpto cerca de Baquedano.

cariños.
Eva