Ahora, cuando la pobreza disfrazada por la ropa americana ya no quiere llamarse pueblo y prefiere ocultarse bajo la globabilidad del término "gente", más plural, más despolitizada en las encuestas que suman electrodomésticos para evaluar la repartija del gasto social en las capas de menos ingresos. Y todo es así, para un mejor vivir están las líneas de crédito que permiten soñar en colores, mirando el catálogo endeudado de un bienestar a plazo. Para mejor pasar estos tiempos, mejor rematar neuronas como espectador de la pantalla donde el jet-set piojo se abanica con remuneraciones millonarias, pasándolo regio, mascando una aceituna en el desfile de modas con su ocio fashion, sacándole la lengua a la teleaudiencia sonámbula y roticuaja que pone una olla sobre el aparato de tevé para recibir la gotera que cae del techo, que suena como monedas, que en su tintineo reiterado se confunde con el campanilleo de las alhajas que los personajes top hacen sonar en la pantalla. Pero al apagar el aparato, la gotera de la pobreza sigue sonando como gotera en el eco de la cacerola vacía. Para mejor vivir la escarcha indiferente de estos tiempos , vale dormirse soñando que el Tercer Mundo pasó por un zapatito roto, que naufragó en la corriente del Zanjón de la Aguada, donde un niño guarisapo nunca llegó a ser princesa narrando la crónica de su interrumpido croar.
fragmento "Zanjón de la Aguada"
pedroLemebel.
pedroLemebel.
1 comentario:
Si es tan certero en sus palabras Lemebel. En estas vacaciones leí Loco afán y como las locas se llevaban en sus carteras nocturnas el mal de VIH.
Ojalá nos podamos ver mi Camilito.
Un beso
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