3.3.09

Mi polola el otro día me hablaba de las cosas que una tarotista del valle del elqui le habia dicho. Según ella varias cosas tenían razón, yo no creo mucho en lo astral ni en el tarot ni esas cosas, pero la oía y en los dicho que tenian que ver conmigo, había algo de razón. Pero, no será que nosotros lo acomodamos a nuestro conveniencia? Quizás.

Hace poco veía fotos de mis amigos en su mochileo en el sur de Chile. Fotos de lugares súper lindos, que envidié con ganas. Me encataría ir con la negra por chile, como cuando fuimos a Chiloe, pero ahora a recorrer más lugares. Más lo que lo deseo, pero no he podido. Me da pena, a ella igual. Hay que conformarse con la ciudad y la wevá. Resignación, qué charcha. Hay tantas, tantas cosas que uno siempre quiere hacer y tiene que dejar en pause hasta nuevo aviso. Por ejemplo, verla a ella todos los días después de mi trabajo, tampoco puedo...
No importa. Será para la próxima.


Post sin pies ni cabeza.
Ya es tres de Marzo y los días se me pasan volando, lo que más quiero es terminar la Práctica Profesional en la Fiscalía para poder tener tiempo. He pasado todas las vacaciones de verano trabajando 10 horas de lunes a jueves y 9 horas los viernes, único día que me siento relajado, ando con ropa de calle y salimos una hora más temprano, y la gente también anda más alegre.
Llegando tarde a la casa me queda poco tiempo para hacer todo lo que quiero, conseguir formas para juntar plata, salir con mi polola, estar con mi familia, estar en mi casa, hacer vida social, la junta de vecinos, etcétera. Siempre había tenido trabajos Part-Time, y me quedaba tiempo libre para hacer al menos algo que yo quería. Ahora nada. Si con suerte pude salir un viernes para ir a Coquimbo, viajar seis horas, llegar de madrugada, disfrutar un dia y medio y luego volver al laburo. Si al menos nos pagaran un sueldo decente. Con 21.000 pesos no hago nada, es un insulto al tiempo y esfuerzo de cada uno. Acabo de hablar otra vez por telefono con mi polola y me doy cuenta que no me gusta hablar tanto rato por teléfono. Cuando la comunicación concluye habría que cortar de una, pero esa manía de seguir con el instrumento en la oreja prolongando conversaciones casi obligadas, si lo rico y más disfrutable es tenerse en vivo, saberse y comunicarse en vivo. A mi, me gusta usar el teléfono para las cosas concretas y punto. Estai Bien? Ya que Bueno, cuándo nos vemos? Ya bacán. Y chau. Me gustaria expresarme de muchos temas. Cuando comencé la práctica tuve mis primeros días siguiendo un estricto horario para dormirme más o menos a las 11pm. Ahora casi siempre me duermo a las 12.30am. Exagero, vivo a minutos de la Fiscalía, lo que se traduce en levantarme a una hora prudente para ir y llegar, en quince minutos voy y vuelvo, si es que las condiciones lo permiten, pero nunca más allá de 30 minutos.
Otras personas andan horas transportándose. Sumando, 10 horas de trabajo, 1 ida, 1 vuelta, llegar a la casa más o menos a las 8 a la casa, cansado, chatos, estresados. Ahora entiendo como se sienten los vecinos cuando uno va con toda la buena onda a sus casas para saber sus opiniones y no te reciben. Estas jornadas, aunque suene muy amarillista, matan familias y vidas. Se descuida la comunicación, el intercambio, el tu y yo, el abrir la ventana al mundo que está afuera. A apagar la tele y mirar y palpar el aire y las personas que te rodean. Yo estoy un poco así. Me carga. La rutina y el horario. Mi polola empezará con los mismos síntomas (Creo) cuando su jornada estudiantil se vuelva pesada y los ideólogos de los sistemas educacionales sigan creyendo que con más horas de educación es mucho mejor. Aunque la persona ande atontada de tanta materia. Qué se saca si se le priva del mundo real?
Afuera hace frio.